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lunes, 12 de diciembre de 2011

Capitulo 14: Exámenes finales (Erica)

Marzo acabó y abril empezó, para muchos fue una desgracia, con el anuncio de los exámenes finales.
Eso pasó con la profesora Macintosh, de Zoología Mágica, una mujer con pelo entrecanoso, pero su cara correspondía a la de una chica de unos veinte años. Aquella mañana de jueves, compartíamos la clase con los de primero del departamento de Fuego.
-¿Quién me puede decir qué son los Clurianes?
Levanté la mano y la profesora hizo un gesto con la cabeza para que respondiera:
-Son criaturas con pocos escrúpulos, aunque son incapaces de hacer daño. Viven en bodegas y siempre actúan solos. Miden alrededor de quince centímetros. Suelen llevar un gorro rojo de dormir y un mandil de cuero. Sólo viven en Irlanda- respondí.
-Estupenda respuesta, Erica. Tienes un positivo más para tu nota final. Vamos con otra pregunta, ¿qué son los Tarans?- preguntó y le indicó a un alumno de Fuego que respondiera.
-Los Tarans son los espíritus de los bebés que han muerto sin ser bautizados.
-Excelente. Otro positivo para ti. Para la próxima clase, quiero un texto sobre Equidna, Alven y Kelpies. Esa nota influirá en vuestra nota final. Ahora, recoged y derechos a vuestra próxima clase- dijo la profesora Macintosh con una sonrisa.
Mientras nos levantábamos de los pupitres, le oí decir a Pablo:
-¡Vaya!. Hay que hacer una redacción sobre tres criaturas mágicas que, averigua tú, lo que son.
-Tenemos a Carlota, que de esto sabe- dijo Ania cogiendo a mi hermana del brazo.
-Vosotros no atendéis, ¿verdad?- contestó Carlota.
-Yo si- dijo Lyra que pasó con unas compañeras de departamento. Sonrió y se fue.
-¿Nosotros?. En ésta, no- dijo Héctor y todos reímos. Mi amigo había dado en el clavo.
Como después de la clase de Pócimas teníamos un descanso, decidimos adelantar el trabajo de la profesora Macintosh. Carlota terminó el suyo en pocos minutos y en él se podía leer:

Carlota Luna-1º Año-3 de Abril-Agua

Trabajo de Zoología Mágica:

EQUIDNA: Criatura mágica que, en la mitología griega, era un animal fabuloso mitad serpiente y mitad mujer.
ALVEN: Criatura de apariencia humana, pero transparente. Son bastante ligeros y se desplazan por el aire con mucha rapidez. Viven en los estanques, arroyos y lagos que están próximos a los poblados de las hadas.
Kelpies: Sólo viven en los ríos de Escocia. Pueden adoptar apariencia humana, pero es muy normal que aparezcan con la apariencia de jóvenes corceles blancos.

-¿Tenía o no razón en que Carlota de esto sabe?- preguntó Ania cuando vio que mi hermana hubo terminado su trabajo antes de que ella terminara con la primera criatura mágica.
Carlos miró a mi hermana gemela y le guiñó un ojos.
Los demás tuvimos que dejar nuestros textos para más tarde, pues el timbre sonó, anunciando el volver a clases. Para nosotros era ir a Literatura y Poesía.
Aquella clase se hizo amena, pues el profesor Black siempre le gustaba irse de las ramas. Después de esa clase, teníamos el almuerzo. Así que, subimos a Agua y entramos en el comedor.
-A ver... ahora tenemos Futurología- dije sentándome en mi sitio habitual.
-¿Dónde os habéis metido durante todo el día?. No os he visto- preguntó Jorge sentándose a mi derecha, lo que hizo que me sonrojara un poco.
-Pues nada, que nos hemos ido de fiesta con los profesores- contestó Carlos.
-Muy buena fiesta- contestó Jorge llenando su plato de arroz.
Almorzamos y, hasta que tocó el timbre de nuevo, nos pusimos a terminar algunos deberes.
Cuando terminaron las clases de ese día, Ania, Carlota y yo, bajamos al pabellón, pues mi amiga y mi hermana tenían entrenamiento. Yo sólo fui para verlas.
-Ya sabéis que tenemos que pasar las semifinales, tenemos que conseguir la copa este año, como sea. No podemos permitir que nos la quiten otra vez, ¿vale?- dijo Esther, la capitana.
-Claro que lo sabemos, pero sabes que las chicas de Energía son bastante fuertes- dijo Lourdes, otra de las jugadoras del equipo.
-Son más fuertes desde el mes pasado, ¿no visteis la paliza que le dieron a Tierra?. Sólo había que ver sus caras- añadió Ania.
-Con la magia, todo es posible- dijo Carol, otra jugadora, jugando con la pelota.
-¿Estas diciendo que las chicas de Energía han usado la magia para ser más fuertes?- preguntó Carlota arqueando las cejas.
-Carol puede tener razón, Carlota. No es normal que sean tan buenas cuando siempre han sido las peores del instituto. Ahora son mejores que las de Aire y de eso me doy cuenta hasta yo- dije viendo como Esther me miraba.
-Estoy de acuerdo contigo, Erica. Para no ser jugadora, observas muy bien a los demás equipos.- contestó ésta- Vamos a entrenar un poco.
Sonreí satisfecha a la vez que la capitana repartía a sus jugadoras en equipos de tres: Carlota, Carol y ella, en uno y, Lourdes, Ania y Emma, en otro. Practicaron de todo para poder pasar las semifinales.
Y después de dos horas de entrenamiento, nos dirigimos a Agua para que Ania y Carlota se dieran una ducha, al igual que las otras chicas.
-Oye, ¿no es mucho tiempo sin saber de Anabella?- preguntó Ania casi llegando a nuestro departamento.
-Ya, pero Anabella está encerrada en su cuadro y no creo que de más quebraderos de cabeza- contesté.
-Eso espero- suspiró Carlota.
Aunque la verdad era que, nuestra misión aún no estaba del todo acabada. La malvada bruja había vuelto a romper el huevo donde estaba encerrada. Pero, para la batalla contra ella, contaríamos con la ayuda del noveno guardián.

El domingo llegó y con él, el partido. Tanto mi hermana como Ania estaban hechas un flan. Aunque los nervios ya se habían apoderado de ellas el día anterior.
La mañana transcurrió entre tranquilidad y nerviosismo, pero también hubo tiempo para alguna que otra charla de Esther, en el departamento, de las cuales, yo me iba, pues me estaba poniendo más nerviosa que las propias jugadoras.
Como cada fin de semana, fuimos a almorzar al comedor del colegio. En el momento en el que Carlota entró en él, los nervios se apoderaron de ella, más aún si podía ser, algo que notamos Carlos y yo, que íbamos con ella. Mientras nos sentábamos, Carlos intentó tranquilizarla:
-Tranquila, verás como todo sale como queréis.
-Es verdad, hermanita. Ahora, come que necesitas fuerzas- le dije con una sonrisa.
-¿Qué le pasa?- preguntó Fran, al ver la pálida cara de nuestra hermana.
-Sólo está nerviosa por el partido, Fran- contesté llenando mi plato de patatas fritas y vertiendo por encima, una considerable cantidad de mayonesa.
Mi hermano mayor le dio unas palmaditas en el hombro a Carlota y se sentó junto a Esther. Algo me decía que había algo entre ellos...
Héctor, Jorge, Pablo y Ania, llegaron y se sentaron con nosotros. Ania estaba como mi gemela, pero no tan pálida. Jorge, notando la cantidad de mayonesa de mis patatas, me dijo:
-Un día de estos, te da algo con tanta mayonesa.
Sin levantar la mirada del plato, me molesté en decir:
-La mayonesa, a parte de varias personas más, es la única que me quiere en esta mesa.
Carlos y mi hermana se miraron y soltaron una risita.
Después del almuerzo, Esther reunió a todas sus jugadoras en el banquillo del campo de juego, para darles las últimas instrucciones. Carlos, Héctor, Pablo, Jorge y yo, nos sentamos en las gradas. Lyra se acercó a nosotros con varias compañeras de su departamento.
Aquel día, el árbitro sería la profesora González, de Educación Física. Ésta hizo aparecer, en medio del campo, una red que lo dividió en dos e hizo que los dos equipos se pusieran en posición.
-¿Preparadas?- preguntó y ambas capitanas, asintieron. La profesora lanzó la pelota hacia arriba y la recibió el equipo Agua.
A los diez minutos, Agua se anticipó, pero su alegría se difuminó, porque Energía empató.
A partir de ahí, las chicas de Agua, hicieron lo imposible para que la pelota no tocara el suelo. Incluso Ania se comunicó con Carlota, a través de su telepatía, algo que escuchamos los demás guardianes allí presentes:
-"Carlota, usa el aire para que la pelota no llegue al suelo".
Mi hermana asintió y en ese instante, la profesora advirtió el cambio de campo, con el marcador a favor de Energía.
A poco más de tres minutos para el final, Energía estuvo a punto de empatar, por quinta vez, el partido. Pero no lo hicieron, gracias a una intervención conjunta de Carlota y Esther, que se lanzaron al suelo para darle al balón, que pasó al otro lado de la red y tocó el suelo dando la victoria al equipo de mi departamento. La primera semifinal estaba ganada y el marcador reflejaba el triunfo:
Energía: 60- 61- Agua.
Salté al campo para abrazar a Ania y a mi hermana.
-¡Habéis ganado!- grité mientras las abrazaba.
Ambas sonrieron. Luego, Carlota se abrazó a Carlos.
-Al final, los nervios no te han traicionado.
Vi como mi gemela abría la boca para contestar, pero llegó Fran diciendo:
-¡Ey!, que tú no eres el único que tiene derecho a felicitar a la belleza de mi hermana.
La abrazó mientras Carlota me miraba y nos reíamos. Luego, fue Lyra quien la felicitó.
-Te pido que nos metáis una paliza cuando juguéis contra nosotras.
-Eso díselo a la capitana- contestó con una sonrisa.

Cuando Ania y Carlota salieron de la ducha, las acompañé hasta nuestro departamento.
-A Carlos se le ve muy enamorado de ti- dijo Ania.
-Pues si te digo la verdad, no esperaba que esto sucediera.
-El roce hace el cariño- canturreé.
-A mí eso no me funciona- dijo Ania un poco triste.
-¿Lo dices por Pablo?. Nadie sabe si él también te corresponde. Además, parece que nuestro destino es terminar con nuestros compañeros: Erica con Jorge, Lyra con Héctor, Pablo y tú, Carlos, conmigo...
-¡Es verdad!. Pero yo con Jorge tengo las mismas esperanzas que de conocer a alguien famoso, vamos- dije mirando a mi hermana y a mi amiga.
-Quien sabe...- dijo Ania.
Cuando entramos en nuestro departamento, sólo estaban Jorge, Pablo, Héctor y Carlos. Había algo en sus caras que hacían que sospecháramos de que se traían algo entre manos.
-¿Y los demás donde están?- pregunté mientras se abría la puerta del salón y entraban las demás jugadoras.
-¿Dónde está la gente?- preguntó Emma mirando a los presentes.
-Me ha dicho Luis que, cuando estuvieseis las seis, que fuerais al comedor- dijo Pablo.
Nadie dijo nada más y Esther, junto a Emma y Lourdes, entraron en el comedor de nuestro departamento, seguidas de las demás. El comedor estaba totalmente a oscuras.
-¿Qué pasa...?- empezó a decir Esther.
De repente, la luz volvió y un gran estruendo, sobresaltó a las seis jugadoras y a mí. Había una gran pancarta, que se extendía de un extremo al otro del comedor, que decía: A POR TODAS, CAMPEONAS.
Sobre las tres mesas, había bastante comida. De los estandartes con los escudos de Agua, salía agua, pero no llegaban al suelo.
-¡Esto es increíble!- exclamó Carlota.
-Adelante, hermanita- dijo Fran.
Y la fiesta duró hasta la una de la madrugada, hora en la que llegó el profesor Bejar con la excusa de que, al día siguiente, teníamos clases.
-Estoy más cansada que el día en que luchamos con Anabella- dijo Ania acomodándose en su cama y mirándonos a mi gemela y a mí.
-Y que lo digas. Menos mal que eso ya es tema zanjado- contestó Carlota.
Pero mi hermana estaba equivocada, mejor dicho, los ocho guardianes lo estábamos.
Creíamos que todo estaba acabado, pero la verdad no era así. Aunque la batalla la teníamos más cerca de lo normal.
Quizá la solución, sería acabar con la malvada bruja para que no hiciera más mal. Si, eso sería lo ideal.
Y pronto llegaría ese día, muy pronto...

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